Consideraciones sobre el Cuidado de Bonsáis

1. Evaluación del árbol

Después de adquirir un bonsái, es común que presente signos de adaptación al nuevo entorno. Estos síntomas pueden incluir la pérdida de hojas, detención del crecimiento o marchitez. Es importante otorgar un período breve para observar la reacción del árbol, ya que estos cambios no suelen ser graves ni fatales. La adaptación al nuevo hogar puede generar estrés debido al cambio climático, alteraciones en el riego, fertilización, orientación, entre otros factores.

2. Clasificación interior/exterior

Es esencial comprender que, aunque se comercialicen como «bonsáis de interior», todas estas especies son en realidad de exterior. Se debe considerar que los árboles, por naturaleza, crecen en ambientes exteriores como campos, montañas y jardines. Por lo tanto, no existen árboles exclusivamente de interior. Se recomienda que los bonsáis habiten en el exterior, salvo en casos específicos donde las bajas temperaturas invernales requieran protección adicional, como un invernadero casero o un área bien iluminada y ventilada.

3. Cuidados generales

Para los árboles que pueden permanecer todo el año en el exterior, como olivos, aligustres, olmos, zelkovas, entre otros, se recomienda ubicarlos en un lugar soleado durante el día, evitando exposiciones prolongadas a altas temperaturas. Se debe tener en cuenta el tamaño de la maceta y protegerlos del exceso de insolación veraniega.

4. Riego adecuado

Es fundamental evitar el riego por inmersión, ya que puede causar daños a las raíces y propiciar la proliferación de plagas. Se recomienda regar de manera gradual y varias veces por semana, utilizando agua embotellada, de lluvia o previamente reposada para eliminar el cloro del agua del grifo. Se debe evaluar la humedad del sustrato antes de regar y ajustar la frecuencia según las necesidades de cada especie.

5. Transplante y mantenimiento

Se aconseja tener paciencia antes de considerar el trasplante, ya que los árboles suelen venir preparados para sobrevivir durante varios meses. El trasplante debe realizarse en primavera, si es necesario, con cuidado de no dañar las raíces y proporcionando una nueva maceta ligeramente más grande.

6. Técnicas específicas

Se recomienda realizar técnicas como podas, defoliados, alambrados, entre otras, solo si son necesarias y en el momento adecuado, teniendo en cuenta el modelo deseado y la respuesta de la especie. Es fundamental comprender que estas intervenciones deben ser realizadas con precaución y solo cuando sean beneficiosas para la salud y desarrollo del árbol.

7. Cuidados especiales

En caso de adquirir un árbol débil, enfermo o con plagas, se sugiere observarlo sin intervenir de inmediato. Es preferible permitir que se adapte al nuevo ambiente antes de aplicar tratamientos adicionales. Se debe evitar someter al árbol a trasplantes, podas drásticas u otros procedimientos agresivos durante este período de adaptación.

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